El ave exhibe plumaje de colibrí con colores predominantes en verde y rojo complementados asimismo con verde, rojo, naranja, amarillo y azul iridiscentes, pico de hueso o marfil y patas de alambre en espiral. Estos autómatas eran adornados a mano, por lo que no hay dos iguales. Los pajarillos elaborados por Bontems en esta época son los más detallados y proporcionados que hicieron.

Mientras canta, el autómata se mueve ligeramente de arriba a abajo, abre y cierra el pico, bate las alas y mueve la cola, surgiendo a través de una rejilla finamente labrada.

Caja con forma de tabaquera de auténtico carey pulido (con pequeño compartimento en la parte trasera), la cual muestra en su parte superior un medallón ovalado de plata dorada donde se representa una composición formada por una pareja de aves (simbolizando la fidelidad) y decoración vegetal a base de ramas con hojas y flores grabadas a mano, todo ello enmarcado por un marco igualmente ovalado. Palanca de mando de latón situada en la parte frontal derecha. La parte superior interna de la caja ha sido rebajada en grosor, lo cual permite apreciar toda una serie de matices y tonalidades en colores ámbar y marrón, incluso puede observarse parte de la maquinaria en funcionamiento. Teniendo en cuenta que cada caparazón de tortuga es diferente y que los artesanos trabajaban cada caja de manera individual dándole distintos acabados, no hay dos que sean idénticas.